22 sept 2011

TIPNIS: sigue en conflicto


La ceguera, la necedad y la terquedad son los ingredientes mas comunes del gobierno mas sus ministros, si habria una verdadera auténtica voluntad de un diálogo;  ya podrian dialogar ; pero lamentablemente no quieren aprender a escuchar el mensaje  de los indígenas marginados de las tierras bajas  de nuestro país sobre la construcción del Tramo II de la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos, nos encontramos ante un conflicto medioambiental e intercultural que dado el contexto indigenista y socialista del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, podría haberse resuelto quizás con una primera y obligatoria visita del Jefe de Estado a la zona en cuestión, pero no, ese gesto de mínimo respeto y de reconocimiento de una preocupación regional legítima estuvo ausente desde el principio. En su lugar, el Presidente ha afirmado que los marchistas parecen turistas y que, al parecer, las lujosas condiciones en las que marchan carpas modernas y automóviles a disposición de los marchistas, desacreditan cualquier demanda. ¿Es que se ha olvidado Evo Morales Ayma que hasta hace menos de una década eran unas abarcas de caucho las que cubrían sus pies? Una consulta previa a los habitantes del TIPNIS sobre la construcción de la carretera a estas alturas de la marcha, es tanto una burla como un chiste de muy mal gusto. Es tanto como pretender hornear la torta y después ocuparse de reunir los ingredientes necesarios para prepararla. 

Ahora resulta que a casi un mes de conflicto, el TIPNIS no es la reserva ecológica que muchos creemos, se trata de un lugar infestado de traficantes de madera y de productores de hoja de coca; ¿qué más da una carretera que cercano del corazón del TIPNIS si ya está siendo destruida por sus propios habitantes? Resulta además, que los indígenas no son lo suficientemente insignificantes como para que nos lamentemos de su suerte, puesto que hasta el Imperio se preocupa por ellos al igual que las ONG; que marchen entonces hasta el fin del mundo tomándose fotografías al mejor estilo japones
Resulta que el incomprendido Gobierno quiere construir una carretera diferente ecológica y medioambiental como pretende hacernos creer la viceministra de Medioambiente, Cinthia Silva. Resulta también que, según afirma Roberto Coraite, ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la construcción de la bondadosa carretera busca evitar que los indígenas del TIPNIS sigan viviendo como salvajes
Entonces me pregunto, ¿de qué descolonización habla el Gobierno? ¿A qué Pachamama se defiende? ¿Cuáles son los territorios sagrados que se deben proteger para seguir apareciendo ante el mundo como un Estado Plurinacional y autóctono? ¿Cuáles aquellos que hay que infestar de carreteras para evitar que los indígenas dejen de andar con taparrabos y comer pescado crudo?
El TIPNIS y la complejidad de su actual situación han dejado al desnudo la grotesca imagen del indígena que se devora sus propias entrañas y que no conforme con eso, busca el enfrentamiento entre sus propias celdas. Ojalá que el fracaso del diálogo en San Borja no signifique la tragedia de Yucumo. Y que quede claro y sin lugar a ninguna duda: la carretera se construye atravesando el TIPNIS, nos guste o no; porque ésa es la democracia del siglo XXI que a la fuerza nos imponen la voluntad de su querer.
¿Díganme sería bueno alguien que atreviese sus casas para construir carretera? no me parece a mi.

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