15 de agosto de 1950, 15 de agosto 2012.
Solemnidad de la Asunción
Rey Castellón H.
Un grito de Fe eclesial.

Solemnidad de la Asunción que debe alegrarnos y llenarnos de esperanza porque nos hace pensar en las cosas del cielo que es la patria definitiva como lo señala las Sagradas Escrituras, somos ciudadanos del cielo. María, mujer de nuestra raza humana nos indica de que es posible que todos nosotros podemos aspirar a un mundo más pleno, a un mundo menos egoísta, a un mundo mas fraterno. Y, más real junto a Dios, nuestro Padre.
En definitiva la Solemnidad de la Asunción es un grito de Fe porque nos ayuda a que nuestro corazón aspire a Dios, y que se transforme en Dios. Será el objetivo final del esfuerzo de un desarrollo espiritual hacia la libertad. Esperamos cantar como María expresando agradecidos de que el «Poderoso ha hecho obras grandes en mi». El cielo nos espera siendo nuestro ser un vaso limpio, lleno de amor puro. Y nuestros ojos contemplarán de forma inacabable la bondad y la verdad de Dios. Nos unimos al grito también de san Francisco de Sales cuando afirma:«¿Quién es el hijo que, si pudiese, no volvería a llamar a la vida a su propia madre y no la llevaría consigo después de la muerte al paraíso?» ¡Feliz fiesta eclesial de conmemoración de la asunción de María…y de todos los cristianos! María con su Hijo nos abraza desde el cielo.
Fray Aldo Quelín. Osm.
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