5 may 2011

FIDELIDAD Y CRUELDAD

Hubo cierta vez un perro muy bueno, cuyo nombre no me viene a la mente; sólo sé que era un animal excelente y fiel como pocos. ¡Cuánto no hubiera dado por ser su amo!
Pues bien; un día, su dueño, un muchacho travieso y de mal corazón, fue a la orilla de un lago bastante profundo para jugar a los gansos. Este juego consiste en tirar piedras a la superficie del agua, procurando hacerlas saltar tres o cuatro veces sobre ella.
De repente, el niño resbaló por la musgosa orilla y cayó al líquido elemento. Empezaba ahogarse, cuando saltando el perro lo cogió por la ropa  y lo condujo sano y salvo a la orilla.
Pero, enojado el perverso, por los destrozos que el perro le había hecho en el vestido, echó el al agua al animal esta vez en busca de su sombrero, mientras le tiraba piedras.
En ese momento, un lobo hambriento y feroz, testigo del suceso, se arrojó sobre el niño, creyendo que el perro se alegraría de verse libre de un dueño tan ingrato como malo.
Mas, el fiel animal, vuelto a la orilla, arremetió contra el lobo y, después de enconada lucha, logró ahuyentarlo. El buen perro corrió hacia su amo rebosante de alegría; pero, el niño perverso y colérico, empezó a dar de palos al animal.
A pesar de todo, el infeliz can siguió fielmente a su amo; el cual, sin cansarse de cometer malas acciones, entró a un huerto para robar manzanas. El huerto pertenecía a un hombre cruel que no mostraba compasión para con los amigos de lo ajeno.
A poco rato, apareció el hortelano  y lleno de ira fue en busca de su escopeta. Apuntó con rabia al rapazuelo y, en el preciso momento en que disparaba su arma, el perro, dando un salto prodigioso se lanzó contra el tirador. La bala penetró en el cuerpo del noble animal.
El pobrecillo volvió sus ojos moribundos hacia el niño, para implorar su ayuda; pero éste se hallaba distante, huyendo a todo correr, como lo hacen los ladrones. Así murió este incomparable perro, víctima de su lealtad y abnegación.
Ese niño malo la pago muy caro: En su despavorida huída, tropezándose en una piedra, se fracturó una pierna. Posteriormente, arrepentido, prometió ser más generoso para con los animales.

Quien maltrata a un animal

No  muestra buen natural
Este pequeño cuento nos muestra la realidad que se vive en nuestro entorno, la proliferación de canes en el  municipio de Llalla gua específicamente en calles comerciales en donde deambulan en busca de alimentos, he podido presenciar  cómo estos animales son maltratados, golpeados; muchos mueren de hambre de frio, o son atropellados por alguna movilidad que maneja a gran velocidad.
Quienes son los directos responsables es la sociedad en su conjunto, las personas que en su ignorancia pecan de negligencia criando a más de 3 animales con el pretexto de decir que es por seguridad: “para que cuiden mi casa”.
No les dan de comer, los golpean encima de todo los botan a la calle, estos animales no tienen la culpa de nada actúan solo por instinto pero la gente que los cría sabe pensar y razonar.
Lo peor de todo es que la mayoría  no esta vacunado y puede transmitir enfermedades como el mal de rabia que por cierto no tiene cura.
La pregunta cómo frenar esta situación ? la respuesta será envenenando de manera cruel a estos pobres animales , creo que no es una solución efectiva porque los matan y la gente los  vuelve a criar el problema sigue ahí no se ha resuelto, lo que nos queda es apelar a la conciencia de la población , para que no suelten a los animales a la calle y que al momento de apropiarse de un animalito tenga en cuenta que es un ser vivo que necesita de alimentación , vacunación ,cobijo y mucho cariño si está dispuesto para asumir esta responsabilidad puede criarlo .
La  alcaldía mediante la intendencia debe lanzar normativas o leyes municipales para resolver esta problemática, realizar controles permanentemente por las zonas y sancionar a los propietarios de estos animalitos.

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