Hace un tiempo atrás cuando era niña y tenia 12 años enferme muy fuerte, mi estado era delicado razón por la cual mis padres decidieron llevarme al hospital, el doctor dio a conocer que requería de cuidados especiales y tenia que quedarme para estar controlada, saliendo del consultorio me llevaron en camilla a una sala demasiado grande, contaba con 20 camas y la única paciente en ese cuarto inmenso era yo. Los días pasaban y no podía recuperar, las noches se me hacían interminables ya que tampoco podía dormir, es por eso que conocía perfectamente los horarios en que las enfermeras ingresaban a la sala para controlar como estaba reaccionando con los medicamentos que inyectaban a mi cuerpo cada cierto tiempo.
Una de esas noches donde todo parecería como siempre muy rutinario me paso algo extraño y muy escalofriante, eran las 02:15 a.m. (de la madrugada) la puerta de la sala se encontraba entre abierta, podía observar la pequeña luz que ingresaba del pasillo, de repente se empezó abrir muy lentamente toda la puerta e ingreso una sombra muy oscura (negra) tenia la forma de un hombre robusto y muy alto, con paso lento se acerco donde me encontraba, simplemente me separaban centímetros de este ser que se quedo estático observándome, extendió sus brazos sobre mi y comenzó asfixiarme, no podía respirar y moverme, lo único que me vino a la mente fue rezar, después de unos segundos la sombra negra se retiro lentamente asta que salio por la puerta, esa noche quede totalmente aterrorizada y pasmada por lo sucedido, al día siguiente conté todo a mi madre quien asustada pidió mi traslado a otra sala donde estaría acompañada con personas.
En estos días donde se acerca una fecha bastante importante en nuestro país y a nivel mundial como es la “Fiesta de Todos Santos” y “Halloween” esa experiencia que viví hace años atrás se me viene a la mente de una forma clara y detallada con una pequeña brisa de miedo. 
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